Juan Manuel Roca recibió el Premio Vida y Obra 2021

Desde hace 13 años la Secretaría de Cultura Recreación y Deporte (SCRD) entrega este premio a los artistas que dediquen su vida a la gestión y compromiso con el campo cultural, artístico y patrimonial del país.

Juan Manuel Roca recibió el Premio Vida y Obra 2021

Celebramos sus publicaciones de ensayos, antologías, crónicas, críticas de arte, poemas y compilaciones

Por: Comunicaciones Siglo del Hombre

viernes, noviembre 26, 2021

Juan Manuel Roca ha recibido este año el premio Vida y Obra, el más importante que entrega la Secretaría de Cultura Recreación y Deporte. Roca le ha apostado a traer la poesía colombiana al imaginario social con su pensamiento innovador y su pasión por rescatar las imágenes, los colores y la memoria. Su obra ha sido traducida a más de diez idiomas y, además de contribuir al periodismo cultural colombiano, ha recibido el Premio Nacional de Periodismo Simón Bolívar y el Premio Casa de América de Poesía Americana (España), entre otros. Actualmente dirige el área de poesía y formas breves en la maestría en escrituras creativas de la Universidad Nacional de Colombia.

En una entrevista a propósito de la entrega de su premio para la SCRD Roca afirmó:

“…donde no hay poesía, no hay arte, ya sea en el teatro, en la música, en la cinematografía, para mí todo debe tener una poética”


Entre todas sus contribuciones a la memoria poética colombiana resaltamos nuestro libro “Asedios a la palabra (Para un arte poético)"

Se divide en dos partes. La primera es una compilación de ensayos que acechan y cuestionan la palabra poética bajo el título “Esquirlas y abalorios”. Aquí, la voz narrativa en primera persona propone diferentes miradas a los grandes poetas y sus poemas, nuevas perspectivas, que convergen el lenguaje con la reflexión sobre el mundo, la historia y la actualidad. Y la segunda es una colección de 45 poemas propios que se titulan como uno de ellos “Una noche con Scherezada”. En estos, Roca explora la palabra, la muerte y la vida eterna que conlleva.

Aquí dejamos algunos de estos textos y dos poemas escogidos:


Lo inexpresable
La violencia en la poesía escrita está muchas veces más contenida bajo la piel del lenguaje, en las atmósferas y en los silencios, que en los enunciados directos, propagandísticos, de quienes adhieren al periodismo o no pocas veces a ser boca del partido. La crítica política solo considera un balance de los contenidos, de sus fines. La poética piensa con Raúl Gustavo Aguirre que “lo inexpresable también forma parte de la realidad del hombre”. Hay verdades estéticas que se imponen y terminan por ser reales. Una verdad mal dicha en poesía se convierte en mentira así como una ficción bien expresada logra un alto rango verdadero, como lo supieron Cervantes y Pessoa.

Poesía y hojarasca
Se nos extravió la voz en medio de un bosque espeso de palabras. Se nos perdió en el sendero de los vendedores de humo. Quien la encuentre recibirá una buena recompensa. También es bueno recordar que entre lo que quiere decir el poeta, lo que en verdad dice y lo que creemos que dijo, se nos oculta el misterio.

Poesía y futuro
Como esos tenderos maliciosos de barrio que cuelgan en sus paredes más visibles un letrero pintoresco que dice “hoy no fío, mañana sí”, el poeta español Gabriel Celaya afirma que “la poesía es un arma cargada de futuro”.
Creo mucho menos escapista y menos promesero pensar que la poesía es un arma cargada de presente.

Una noche con Scherezada
Ella moja su voz en agua de jazmín. En el fondo de la noche hay un ciego sentado junto al mar.
Cada palabra es piedra para atravesar el río nocturno que posterga el punto final. Un jardín esparce sus rosas de ceniza.
Como lleva en andas una tinaja rota, escucha el tiempo que gotea, el desbande del viento que huye de sí mismo.
Presiente que el silencio es la voz de los muertos, su discreta tarjeta de visita.
Huérfano de sueño, Harum Al Rashid siente que tropieza la voz de su esclava y mira su necrómetro, impaciente.
No sabemos a quién le reza Dios. Pero una flor de nieve se derrite en la sombra.

Batallas de papel
Es más sencillo desminar el lenguaje,
Esgrimir un lápiz como un bastón
Para tantearlo y que no vuele
En mil pedazos el poema,
Que ver los desmembrados del mundo,
El cortejo de mutilados
Por los comerciantes de la guerra.
¡Qué clase de guerrero soy
Que solo evita las minas del lugar común,
Las trincheras camufladas
De las grandes verdades,
Las heridas de francotirador de un adverbio,
La granada de mano de una errata!
Es más sencillo resguardarse en el estudio
Como en una cómoda tienda de campaña,
Mirar de lejos el campamento enemigo
De los malos poetas
Y desminar el tedio de las horas nocturnas.
¡Qué clase de poeta soy,
Un pobre centinela del lenguaje,
Un lento estafeta que no llega,
Un soldado oculto en un caballo de madera
Que se queda dormido,
Qué clase de sujeto soy que se conmueve
Al ver las fotos de los mutilados
Mientras vuelve a la mesa de trabajo
Con un maltrecho silencio
Y una bandera de papel como mortaja!

En estos textos podemos ver la propuesta de Roca: la poesía, y la palabra escrita en general, como la creación de una verdad, una realidad. Esta verdad que no solo se recrea en las mentes de los colombianos sino que se produce y se materializa en la vida diaria. Y si existe en todas partes y abarca todo lo social, la poesía generaría también la manera en la que entendemos las cosas, las situaciones y sobre todo a nosotros mismos.


Una apuesta por crear a través del recuerdo de nuestras poesías y de la poesía que vive en nuestro día a día, la sociedad y las personas que queremos ser.

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